Existen diferentes formas de mejorar tu cantidad de masa o tamaño muscular y con ello potenciar significativamente el funcionamiento de tu cuerpo, prevenir lesiones, etc.
Una de las mejores opciones es el entrenamiento de fuerza acompañado de una nutrición balanceada y adaptada a tus objetivos.
El entrenamiento de fuerza se asocia principalmente al aumento de masa muscular, mayor densidad mineral ósea y por tanto a la prevención de muchas patologías que te pueden aparecen, sobre todo, en la tercera edad como sarcopenia y osteoporosis.
A medida que cumples años te vuelves más sedentario/a lo que favorece a una pérdida progresiva de tu masa muscular y densidad mineral ósea, esta pérdida paulatina de tejido muscular y óseo te debilita. Todo esto sin mencionar que a nivel hormonal la edad no te favorece, puesto que a partir de los 35 los hombres poseen menores niveles de testosterona y a partir de la menopausia pasa algo similar con mujeres en cuanto al sistema hormonal.
Dicho esto, el entrenamiento de fuerza a edad temprana te puede hacer tener una buena base muscular y ósea para soportar con mayor firmeza el paso de los años. Evidentemente, nunca es tarde para empezar a preocuparse por la salud y con ello la masa muscular.
Contar con buena cantidad de tejido muscular te puede aportar beneficios metabólicos que incluyen un mejor metabolismo de la glucosa, un mejor control de la inflamación sistémica, mejorar tu perfil lipídico como la reducción del colesterol y triglicéridos, así como mejorar tu presión arterial.
Por último, otros de los beneficios que el entrenamiento de fuerza puede aportar a mujeres por sus características hormonales y biológicas, hablamos de ciclos menstruales mas regulares, embarazos mas seguros, menor riesgo de osteoporosis tras la menopausia, etc.
Por todo lo anterior, ¿Que esperas para iniciar a realizar actividad física específica en este caso entrenamiento de fuerza para mejorar tu calidad de vida?
